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Sabido es que la época de la dinastía Tang (581-907) destaca como una de las más esplendorosas de la civilización china. Entre las obras públicas construídas en ese período hay que mencionar por cierto al Gran Canal, pensado para unir los ríos Yangzi y Amarillo y multiplicar el tráfico comercial entre Hangzhou y Kaifeng. Pero, lo que es más importante, florecieron durante ella las artes plásticas -pintura y caligrafía, escultura- y la poesía. De estos tiempos son el pintor Wu Daozi y los grandes poetas Li Bai y Du Fu. Lucieron las manifestaciones institucionales, intelectuales y estéticas del budismo, aunque también el taoísmo seguía poniendo de manifiesto su hondo arraigo en la cultura: el paisaje sagrado de la China -comenta un historiador de la civilización china- seguía dominado por las cinco montañas sagradas que los taoístas consideraban los dedos de Lao Tse, figura a la que se atribuía dimensión cósmica.
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Uno de los emperadores más importantes del apogeo de la dinastía en el siglo VIII fue Xuanzong, conocido como el ‘emperador brillante’. Como el emperador era muy aficionado a los caballos, éstos empezaron a ser motivo predilecto de poetas, pintores y artesanos. Se dice que el emperador mantenía en sus establos alrededor de cuarenta mil caballos, entre los cuales destacaba especialmente un grupo especialmente adiestrado de caballos danzantes.
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No sólo los hombres gustaban de los caballos. También las damas, que eran aficionadas, no sólo a montarlos de paseo, sino también para jugar un juego equivalente al actual polo. Al igual que el budismo, el polo lo trajeron los chinos de la India.
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Este es el juego que los ingleses introdujeron en Europa. Se lo llevaron de la India, junto con otros pequeños recuerdos, testimonios de su amor por el arte y por la cultura de otros pueblos. Pues sí, me acordé de los frisos del Partenón, que tan bellamente dispuestos lucen en el Museo Británico de Londres. Pero no es característica exclusiva de los ingleses enorgullecerse de sus actos de rapiña, exhibiendo públicamente sus testimonios.
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Imágenes: The Equinest y Cuaderno de Retazos.
A mis amigos amantes de la cultura china y de la sabiduría oriental, les aviso que mañana comienzo una nueva serie de comentarios del Tao Te King -el Libro del Camino y la Virtud, de Lao Tse.
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© 2012 Lino Althaner