. he. .
Carga el tiempo tras las rejas.
Las espesas murallas te protejen.
Es preciso tan solo que obedezcas.
Más no eres que un tributo
a unas bestias tan ciegas como hambrientas.
Olvida por lo tanto que eres hombre.
Refrena la lengua.
Inclina la cabeza.
No sueñes con luces eternas. .
.
Intervienen aquí tres elementos. Un producto de la artesanía de Justin Genscherson-Gates, creado con piezas de relojes. Un ejercicio poético contenido en «De la roca solo arena». Y un ejemplo de la música de Györgi Ligeti (1923-2006), el gran compositor húngaro: «Lux aeterna».
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Busca ahora en la huella
que el carbón encendido dejara en la piedra.
Busca ahora como un loco
al revés de las palabras.
Y también entre las letras.
En las cifras que en ellas se inscriben.
En los silencios del pentagrama.
Entre el ruido y la urgencia.
¿Queda algo de ese aliento?
De la roca solo arena. .
Antonio Luis – ¿Hacia dónde vamos?
.
Las rutas importantes
han sido eliminadas de los mapas camineros.
. No obstante su esencial desmemoria, de pronto el poeta cree poder captar unos ecos de su impreciso y lejano pasado. Le daba, entonces, nombre a lo que le rodeaba y su canto era el de la misma naturaleza. De alguna manera, se imagina, era uno con Dios. Tal vez. Su inconsciente le regala el material para dar forma a sus recuerdos. Así, por ejemplo, cuando se detiene para contemplar el paisaje. Cuando medita en el nombre de Dios. .
. Pero fui alguna vez de la estirpe de los flamencos del Altiplano. Me veía en el lago como en un espejo. Como se miran las cumbres nevadas. Como el cielo se mira en las aguas.
*
Y tal vez algo más. Una letra del nombre de cuatro letras. Tal vez el nombre completo. Me miraba en el nombre como en un espejo. .
Continúo, así, con la publicación de algunos fragmentos del libro «De la roca solo arena».
El autor de la fotografía es Feng Jiang. La he tomado del blog «Cuaderno de Retazos», que está repleto de pintura y fotográfía china, entre otras cosas hermosas (http://cuadernoderetazos.wordpress.com).