Según Fernand Braudel la historia del mundo mediterráneo comenzaría en la montaña. La montaña es sobre todo la tierra de los pastores. La civilización mediterránea no ha sido capaz de encubrir y disimular sus elementos pastoriles y cazadores, trashumantes, que son propios de las primeras etapas de la historia. El autor de El Mediterráneo y el mundo mediterráneo en la época de Felipe II los vincula predominantemente con la vida que se desarrolla en las regiones altas del espacio que es objeto de su estudio. Esas regiones montañosas serán aquí, en primer lugar, el objeto del poblamiento, explotación y organización humanas.

Bandujo, Asturias
¿Cuáles son los factores que influyen en tal acontecer? Destaca Braudel la fama de las llanuras como “reino de las aguas estancadas y de la malaria” y ámbito de los ríos cuyos cursos inciertos no han sido aún regulados por obra humana alguna. Sólo de manera más bien lenta y mediando muchos padecimientos esas “tierras bajas febriles, brillantes de aguas muertas”, incubadoras de la peste, han podido ser disciplinadas, y saneadas las comarcas aledañas, posibilitando poco a poco el poblamiento de las mismas.
Hechos. En Provenza. Una mirada investigadora sobre los establecimientos prehistóricos del Bajo Ródano, permitirá advertir que todos los centros reconocidos aparecen situados en las altas regiones calcáreas que dominan la depresión del Delta. Miles de años después, tan solo en el siglo en el siglo XV se da inicio a las labores de saneamiento de las marismas.
En Portugal. No hay constancia de depósitos prehistóricos en las cuencas ni en los valles, mientras que las montañas aparecen pobladas desde la Edad del Bronce, consecuencia de lo cual es una remotísima deforestación de las alturas, que hace lugar a la presencia humana y sus requerimientos de sustento. Las localidades más antiguas que se conocen, de la época de los reyes asturoleoneses (siglos X y XI), están ubicadas en tierras encumbradas.

Toscana, Sorano
En Toscana, en el mismo corazón del mundo Mediterráneo: “Región de estrechas llanuras, naturalmente pantanosas, cortadas por valles encajonados entre las colinas que se elevan más y más a medida que vamos hacia el este y hacia el sur; y, en él las ciudades. ¿Dónde encontramos las primeras, las más antiguas de todas? Exactamente en el último piso, sobre las pendientes medias, hoy cubiertas de viñedos y olivares. Allí se alzaban las ciudades etruscas, las oppida, escalonadas a muchos centenares de metros sobre los valles, colgadas sobre las colinas. En cambio, Pisa, Luca y Florencia, ciudades de la llanura, adquieren rango tardíamente en la época romana”.
La amenaza de los pantanos que rodean Florencia no es ninguna broma, persistirá durante mucho tiempo, siendo posible observar de pronto peligrosas subidas de nivel de las aguas perniciosas. En el siglo XVI, todavía no se encontraban del todo saneadas las bajas tierras toscanas. «Las fiebres se extienden en las marismas, en la llanura triguera de Grossetto, donde todos los esfuerzos de la política de los Médicis… no llegaron a desarrollar el cultivo intensivo del trigo necesario para la gran exportación”.

Asturias, Covadonga
Por lo tanto, hablar en el Mediterráneo de tierras viejas sería tanto como hablar de alturas mientras que si se dice de llanuras habría que entender que se habla de tierras nuevas. Quien desee comprender la vida mediterránea, concluye en esta parte Fernand Braudel, «debe encuadrarla dentro del marco de esta antítesis: sólo ella le da su sentido histórico y humano»..
Un motivo más para no dejarse engañar, entendiendo en términos demasiado unilaterales la afirmación de que la montaña es adusta. Lo es ciertamente. Por el clima, por las dificultades inherentes a la comunicación y a la disponibilidad de recursos, por el mayor esfuerzo que es preciso hacer para arrancarle en ella los frutos a la tierra. Es verdad también que a veces es elegida como guarida de bandoleros, compañía no deseada para los habitantes de las encumbradas villas.
Pero ella tiene también su faz acogedora, que se muestra, según se ha visto, en la historia primitiva de las tierras aledañas al mar Mediterráneo, cuando el hombre busca ante todo el lugar seguro y saludable necesario para asentar una cultura duradera. A mayor abundamiento, ya se ha visto como también ampara al habitante de las tierras bajas en los tiempos difíciles en que su paz y su libertad son amagadas precisamente por el bandolerismo cuando este se impone en la llanura, si no por la tiranía del gobernante, por la rapiña del conquistador foráneo o por la peste desatada.
La montaña del mundo mediterráneo, símbolo de civilización naciente. Símbolo de rigor y de esfuerzo. Símbolo de autonomía y de libertad.
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© Lino Althaner
Ene 24, 2016 @ 23:00:12
Hola Lino, sí, ya lo he pensado. Y también que es el motivo de tantos idiomas y dialectos en un espacio tan pequeño como ese. Y también del afán de conquista, por la escasez de recursos para alimentar a la población y a los rebaños. Porque no se puede negar el carácter imperialista de las culturas pastoriles de la montaña, el hambre es un poderoso motor y cuando se ha desertizado un ambiente por sobrepastoreo o destrucción de bosques nativos no queda otra solución que invadir los territorios vecinos. En cuanto se sanearon los valles y llanuras y empezaron a prosperar llegaron en avalancha los montañeses a servirse a gusto y placer. Que en la montaña viven los bandidos es un clásico del pensamiento del hombre de la llanura, y tiene razones para afirmarlo porque su experiencia ha sido esa.
Me gustan tus entradas de final abierto donde uno puede seguir pensando con final abierto, gracias. Un abrazo
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Ene 29, 2016 @ 15:11:09
Una de las enseñanzas de Fernand Braudel: todo en la historia es relativo, poco es lo que pueda afirmarse sin un ‘pero’ o un ‘sin embargo’. La montaña y la llanura no son realidades aisladas y tampoco los pueblos que viven en unas u otras según los vaivenes de la historia. Me parece que tu comentario facilita una visión de esa especie. Por mi parte, me limito a aprender y a tratar de comprender, de la mano de Fernand Braudel, sin afán alguno predeterminado de expresar conclusiones definitivas.
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Feb 07, 2016 @ 23:02:08
Lo veo así. La montaña es el lugar del caballo, la llanura el lugar del buey. Baja el caballero, se apropia de la llanura y lo remata por el simple procedimiento de casarse con la princesa imperial de la dinastía de algún otro caballero que 300 años antes bajó con las mismas intenciones. Es un juego entre caballeros para apropiarse de lo que el buey produce.
También es una metáfora, porque el que monta a caballo tiene una visión más amplia que el que va detrás del buey.
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Ene 25, 2016 @ 08:50:39
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Ene 25, 2016 @ 16:13:36
è bellissimo, grazie
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Ene 26, 2016 @ 07:03:15
En cuanto a la llanura tenía mis dudas, y me las has resuelto, Lino. Quizás la vida nos indica que en todo lugar como decía Herman Hesse, hay cosas buenas y malas, lo difícil sea detectar que es lo bueno o malo porque puede ser algo evidente o no. Es como cuando nos preguntamos si la ” normalidad” es normal o no lo es tanto.
Como lugar bonito, Yuste…donde Carlos V se retiró del mundo, la verdad que entran ganas de retirada del mundo para lo que hay que ver. ¿ Por qué decide alguien sabio, con reconocimientos sociales y conociendo mundo retirarse de éste ?, ¿ será porque es una retirada del ser humano y no del mundo?, ¿ no nos decepcionan los demás y no el mundo en sí?.
Lugares altos, pero donde se visualiza la naturaleza en amplitud sin esconderse, abiertamente, donde se respira pureza de aire, tocando casi el cielo, en el silencio musical de árboles y animales…pero no humanos. ¿ Han existido personas que viviendo en este mundo no eran de este mundo, pertenecían a otra esfera?.
Me ha gustado mucho tu final Lino: ” La montaña del mundo mediterráneo, símbolo de civilización naciente. Símbolo de rigor y de esfuerzo. Símbolo de autonomía y de libertad”. Quizás la gente haya estado como muy mimada, y no han hecho gran esfuerzo, a mi parecer, por eso somos débiles, no sé si estaré equivocada, la debilidad no es buena, de eso estoy segura.
Pero las personas son como los lugares geográficos también, algunas personas son fuertes por propia naturaleza, no sé si será un regalo del Cielo.
¿ Y será un regalo del Cielo que una persona normal sin reconocimiento social, sin haber visitado al mundo y sin tantos Conocimientos llegue a la misma conclusión que aquel sabio?, porque la conclusión final es la misma, serán las curiosidades de la vida. Saludos Cordiales.
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